Este libro es realmente muy entretenido. El protagonista es un pequeño niño llamado Gustavo. Él nunca ha tenido miedo, jamás, hasta el día en que sus padres se van de viaje y queda al cuidado de una tía enorme llamada Milagros. Ella es una de esas señoras a la antigua, que creen que un niño gordito y rosadito es sinónimo de que goza de buena salud. El problema es que esta tía le sirve dos y hasta tres platos de comida a su sobrino, porque claro, lo encuentra demasiado delgado ¡y Gustavo no es capaz de llenar su pancita con tanto alimento! Aquí es cuando la señora Milagros recurre a un viejo cuento para hacer que el niño coma ...decirle a Gustavo que si no se sirve toda la comida, el bicho de la oscuridad se lo llevará con él. Aquella frase terrible es el comienzo de la aparición de los miedos que perseguirán a Gustavo en todo momento: al levantarse en la noche para ir al cuarto de baño, cuando quiere salir a la calle, incluso cuando se le atraviesa un inocente perro.
Gustavo inventa fórmulas para escapar de sus temores sin poder dar en el clavo hasta que, encerrado de miedo en su habitación, observa a través de la ventana a un pequeño pajarito que intenta volar, será esa tierna ave quien le enseñe al niño a vencer de una vez y para siempre todas sus aprensiones.
¿Por qué no pude soltar este libro hasta que no lo leí completo? Pues porque el autor se las ingenia para transportarnos a esa edad en que inocentemente creemos en fantasmas o cucos que nos llevarán lejos del hogar en medio de la oscuridad. Junto con ello nos muestra a los miedos como personajes dentro de la obra, les da forma y actitud, características Gusti, ilustrador, potencia con los dibujos que acompañan el texto. Es un libro ideal para leer a nuestros pequeños, pues a medida que relatamos la historia podemos ir enseñándoles las imágenes, además de sacar una gran lección "todo está en lo que nuestra mente quiera creer"
Editorial: SM colección Barco de Vapor
Ilustraciones: Gusti